Creación

Quédate quieto. Siente
esa sutil textura
que está tejiendo tu respiración.
El mundo entero entra
en ti en un poco de aire.
Los árboles, el mar, la tierra, el resto
de las respiraciones de los hombres
son ya tu territorio y, de algún modo,
tomas su savia, esencia o luz recóndita
y la vas disolviendo allá en tu sangre.
Estás fundiendo frutos y cortezas,
salitre y piedra y polvo y corazones,
y con ello apuntalas tu esqueleto
y vas creciendo, a la velocidad
no vista a la que crece lo que vive.
Quédate quieto. Siente
esa sutil textura
que tejen tus pulmones.
Con naturalidad, como si nada
-plena labor del aire vuelto ritmo-
estás creando mundo.
Así
Respira.
Texto: Lorenzo Oliván Foto: Pierre Jahan