Nos olvidamos de otra forma de ser felices

Bauman es de aquellos pensadores que zarandean nuestra cotidianidad para abrirnos umbrales desde los que cuestionar nuestro presente:
En su nuevo ensayo, el polaco, de 91 años, engarza la crisis de refugiados con la idea capital de su obra: la modernidad líquida. Es decir, cómo los pilares sólidos que apuntalaban la identidad del individuo -un estado fuerte, una familia estable, un empleo indefinido...- se han ido licuando hasta escupir una ciudadanía acongojada por la zozobra permanente y el miedo a quedarse atrás.
Entrevista completa:
http://www.elmundo.es/papel/lideres/2016/11/07/58205c8ae5fdeaed768b45d0.html